martes, 11 de junio de 2013

Un inversor estrella del Nasdaq que trabaja 4 horas a la semana



El mundo 2.0 necesitaba un héroe y parece que lo ha conseguido. Bueno, uno de tantos, aunque pocos han logrado escalar tan rápido como Tim Ferriss. ¿Quién es este meteórico personaje?

Hasta el año 2007 era un perfecto desconocido. Nuestro protagonista era un vendedor más en una firma californiana que procesaba datos. Pero pronto brilló su lado inconformista, o si lo prefieren, salvaje. No estaba de acuerdo ni con el sueldo que percibía ni con la forma con la que se hacían las cosas en la empresa, así que decidió fundar el primer de los diversos proyectos en los que se embarcó, BrainQUICKEN, una tienda online dedicada a la venta de productos nutricionales. 

Emprendedor donde los haya, no le fue mal con esta primera aventura, pero el giro radical llegó en su vida cuando menos lo esperaba. Inquieto como pocos, decidió escribir una obra que cambiaría su carrera para siempre: "La semana laboral de 4 horas", una obra transgresora que mediante una serie de consejos claros y directos, Ferriss describía cómo allanar el camino para ser millonario trabajando cuatro horas a la semana. Y lo consiguió.

Pero los comienzos no fueron fáciles. El libro fue rechazado por veinticinco editoriales cuyos asesores estarán todavía dando cabezazos contra la mesa. Fue la editorial número 26 la que accedió a publicar este irreverente tratado que pronto se convirtió en 'best seller', copando el número uno durante semanas en la lista de The New York Times. 





Ferriss ha nacido con estrella y uno puede percibirlo al verle entrar con paso firme en alguno de los múltiples eventos en los que ahora participa. Responde al cliché de triunfador, el héroe tan necesitado en un mundo rodeado de infortunios. Alto, rubio y bien parecido, Tim es un hombre hecho a sí mismo y un triunfador en todas las aguas en las que no duda en adentrarse. En realidad, es difícil categorizar a esta navaja suiza de carne y hueso y calificarlo como experto en algo en exclusiva.
Diremos que la clave de este atípico personaje consiste en transgredir y poner en tela de juicio las normas establecidas. Así, Ferriss ganó en 1999 el campeonato del mundo en Kickboxing chino llegando a deshidratar su cuerpo y así entrar en una categoría inferior en peso, para la víspera volver a recuperarlo y sacar a gorrazos a su oponente del tapiz. Así es Ferriss

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