Cuando la tecnología LCD se abrió fuertemente al mercado tenía ciertas limitaciones, como sucede con la mayoría de las nuevas tecnologías. Por ejemplo, en aquel entonces pocas tarjetas de video poseían puertos DVI y la mayoría de las LCD eran únicamente VGA. Esto creó el potencial de padecer problemas de calidad de imagen, pues la tarjeta de video solía convertir de digital a analógica, alimentaba la señal VGA analógica a la LCD, y luego la convertía de nuevo en digital.
Hoy, casi todas las LCD vienen con entrada DVI; y es casi seguro que integren la entrada HDMI, mientras que están surgiendo unas cuantas con el conector DisplayPot. Las tarjetas gráficas e incluso algunas placas madres con gráficos integrados, poseen entradas DVI y a veces HDMI.
Evita utilizar el puerto VGA
Mucha gente conecta sus monitores LCD utilizando un cable VGA. Pero es mucho mejor utilizar la conexión digital. Para empezar, te evitas un par de pasos de digital a analógico y viceversa, esto minimizará la demora de la entrada si eres video jugador. Los monitores pueden contar con conectores HDMI, DVI o DisplayPort. Eso significa que necesitarás cierto tipo de adaptador, a menos que por casualidad tu tarjeta de video tenga uno de los otros tipos de conectores digitales.
Vista cansada
Es sorprendente cuando los usuarios sacan un monitor de la caja, lo conectan, lo encienden y simplemente lo usan. Y unas cuantas horas más tarde se quejan de tener cansada la vista.
Los LCD modernos normalmente ocupan algún tipo de cátodo frío o luz fluorescente como contraluz; pocos modelos más recientes emplean LED para el contraluz. La luminosidad alcanza las 80o cd/m2, aunque las cifras ordinarias son de 300 a 400 cd/m2. Para jugar lo ideal es un brillo de aproximadamente 150 cd/m2. Para trabajar con imágenes, es mejor 100 cd/m2. Reducirás considerablemente la vista cansada si ajustas el monitor con niveles de luminosidad menores, y en muchas ocasiones los niveles de negro mejoran, incrementando así el contraste del monitor.
Calibra el brillo (los negros) y el contraste (los blancos)
No obstante, mientras trabajas en el proceso de calibración, puedes toparte con el problema de la corrección gamma y la temperatura del color.
La corrección gamma rectifica el hecho de que la imagen proyectada en los monitores y nuestros ojos son descodificadores no lineales, aunque las propias imágenes muchas veces están codificadas de manera lineal. Lo que idealmente se desearía en un monitor de PC es una corrección gamma de 2.2, pero lograr esto es más difícil de lo que parece, pues muchos monitores de bajo costo no permiten modificar la corrección gamma.
Entonces lo único que realmente puedes hacer, además de emplear un sensor de calibración, es ajustar a ojo a fin de obtener algo que se vea bien.
Usa la resolución nativa
Los usuarios simplemente usan sus sistemas con cualquier resolución preconfigurada de fábrica. Pero uno pensaría que con los monitores modernos, que alimentan la información sobre sus capacidades al sistema, el SO configuraría de modo automático la resolución.
Altura y distancia del monitor
Muchos monitores vienen con bases ajustables de altura.
Si está muy próximo, es como ver un partido de tenis; constantemente giras la cabeza para ver el material en pantalla. Si está muy lejos, las letras a veces resultan ilegibles. Una recomendación general es sentarse con las manos en el teclado como lo harías normalmente. Ahora extiende el brazo con la mano estirada. Apenas deberías rozar la pantalla con el índice.
En cuanto a la altura del monitor, encontrar la mejor es un problema, pero una regla que al parecer funciona bien es hacer que la línea a la altura de los ojos se intercepte con la línea de texto más alta posible del monitor. Todo esto variará un poco, según las dimensiones del monitor.
Haz pausas
Técnicamente esto no es un consejo específico para el monitor. La gente tiende a no parpadear cuando mira los monitores de las PC. Así que deberías pausar con frecuencia, y mirar de lejos del monitor. Mejor aún, levántate y camina.
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