Esta confusión tiene su origen en las baterías de Níquel Cadmio que se empleaban hace varios años, y que sí necesitaban ser descargadas totalmente para no estropearse. Sin embargo, en el caso de las baterías de Ión-Litio que emplean la mayoría de los notebooks actuales, es preferible que se realicen cargas parciales ya que si se descargan con frecuencia en forma completa, los circuitos pueden estropearse y bloquearse.
A pesar de ello los fabricantes sí recomiendan una descarga total cada 30 ciclos aproximadamente.
Todas las baterías Li-Ion usadas comercialmente poseen algún tipo de circuito inteligente, que monitoriza la carga de la batería. Este interrumpe la carga cuando la batería alcanza una tensión límite e interrumpe el suministro cuando la batería está casi descargada, a fin de evitar la descarga completa.
Otra cuestión interesante, sobre todo en los notebooks y netbooks, es que las baterías están compuestas por 3 hasta 9 células independientes. El circuito no tiene como monitorizar la tensión individual de cada célula, sino sólo el conjunto.
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